Abandono y descuido en el Puente de Boyacá


Invasión de predios, robo de esculturas y de partes de los monumentos, drásticos cambios, deterioro y olvido han sido la constante del Puente de Boyacá, desde que fue construido, a comienzos del Siglo XIX.
Asimismo, construir un Ciclorama, el cual debía convertirse en una herramienta para que la gente aprendiera historia de manera didáctica", señaló Javier Ocampo López, historiador.
Para la edificación del Ciclorama fue necesario destruir el casino que se ubicaba a un lado del Obelisco en la plaza central, donde se encuentra la llama eterna, allí se perdieron las cuatro esculturas de mármol que lo adornaban, el escudo de bronce rojo y las cadenas que lo protegían, la portada completa de piedra que daba el ingreso al sótano donde se guardaban armas y municiones, de las cuales la mitad fueron fundidas para cercar el Bosque de la República de Tunja.
'El comodato se vence en el 2010': Ocampo
En 1990 fue entregado en comodato por el Estado colombiano el Puente de Boyacá al departamento, para que este se encargara de su mantenimiento y cuidado. A un año de que vuelva a manos de la Nación el balance no ha sido el mejor para Boyacá. "Pese a los esfuerzos que ha hecho la Gobernación el deterioro del Altar es evidente. Ahora esperamos que como el Ministerio de Cultura, a través de Monumentos Nacionales lo va a tener en custodia, la situación mejore, pues esa entidad si cuenta con los recursos necesarios para realizarle las obras de mantenimiento que el lugar necesita", señaló Ocampo López.
Añadió que si Monumentos Nacionales no había intervenido antes era porque no podía. "A Boyacá le faltó alguien que supiera dirigir para poder posicionar el Altar en el lugar que se merece", comentó Ocampo. "Esperamos que para el Bicentenario el Ciclorama sea arreglado tal como debe ser. Lo importante es que a través del Ministerio se genere un proyecto viable que rescate en algo lo que fue originalmente el Puente", afirmó Ocampo, para quien el Estado ha debido ser siempre el que ha debido manejarlo.
Seis puentes en la historia
Tres puentes de madera, uno de calicanto y dos de concreto, han existido a lo largo de la historia en el Altar de la Patria. El primero de madera existió mucho antes de que se llevará a cabo la Batalla en el siglo XIX, ya que hacía parte del camino real que comunicaba a Tunja con Bogotá. El segundo fue construido antes de 1904, el cual fue utilizado para pasar los materiales con los que se armaron las estatuas de Von Miller. El tercero, en madera, se edificó en 1904 para permitir el paso del ex presidente, Rafael Reyes. El cuarto fue construido durante ese mismo Gobierno en calicanto, sangre de toro y cal.Para esa misma época fue edificado el símbolo que en la actualidad identifica el Puente. El sexto y último (actual, por donde circulan los vehículos) fue ejecutado en el Gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla.